Es difícil encontrar un lugar geográfico que te atrape, y mas, si como nosotros tenemos un alma nómada, pero a veces el sitio mas insospechado, mas desconocido, o tal vez por ello, es el que consigue amarrar tu espíritu inquieto. Los cañones del río Júcar en su atravesar albaceteño consiguieron poner el lazo amable a nuestro deambular viajero.